Tratamientos Médicos

Es como un sistema de alarma en tu cuerpo que a veces se dispara sin razón. Causa tensión física, pensamientos acelerados y preocupaciones que pueden interferir con tu vida. Es normal sentirla a veces, pero cuando se vuelve abrumadora, hay estrategias que pueden ayudarte a controlarla.

Es un virus respiratorio que te golpea rápido y fuerte. Causa fiebre alta, dolor corporal intenso y un agotamiento que puede mantenerte en cama por días. Se contagia fácilmente a través del aire cuando alguien infectado tose o estornuda cerca. Tu cuerpo puede combatirla, pero necesita descanso, muchos líquidos y a veces medicamentos.

Ocurre cuando tu hígado almacena demasiada grasa, afectando su capacidad de funcionar correctamente. Aunque generalmente no causa síntomas evidentes al principio, puede provocar fatiga y malestar abdominal con el tiempo. No es solo un problema de adultos - cada vez afecta a más jóvenes debido a dietas altas en azúcares y comida procesada.

Es la respuesta de tu cuerpo ante presiones o amenazas.Libera hormonas que aceleran tu corazón y tensan tus músculos, preparándote para actuar. Es útil en pequeñas dosis, pero cuando se vuelve constante por escuela, relaciones o redes sociales, puede afectar tu sueño, concentración y humor.

Se transmite principalmente por el aire cuando las personas infectadas respiran, hablan o tosen cerca de otros. Los síntomas comunes incluyen fiebre, tos, fatiga, pérdida del gusto u olfato, pero pueden variar desde asintomáticos hasta casos graves con dificultad respiratoria. La gravedad depende de factores como la edad, condiciones médicas previas y estado de vacunación.

Generalmente es causado por infecciones virales como resfriados o gripe, aunque también puede deberse a bacterias (como estreptococos), alergias, aire seco, o irritantes ambientales.Los síntomas que lo acompañan pueden incluir garganta enrojecida, dificultad para tragar, inflamación de las amígdalas, ronquera y, dependiendo de la causa, fiebre o ganglios linfáticos inflamados.

Evacuaciones intestinales son infrecuentes o difíciles de realizar. Se caracteriza por heces duras, secas y difíciles de expulsar, sensación de evacuación incompleta, y menos de tres deposiciones a la semana. Las causas comunes incluyen dieta baja en fibra, deshidratación, falta de actividad física, ciertos medicamentos. También puede relacionarse con trastornos del sistema digestivo o condiciones médicas subyacentes.

Evacuación frecuente de heces sueltas y acuosas, a menudo acompañadas de urgencia, calambres abdominales y posible sensación de hinchazón. Las causas habituales incluyen infecciones virales o bacterianas, intoxicación alimentaria, sensibilidad a ciertos alimentos, medicamentos, y condiciones digestivas como el síndrome de intestino irritable. En la mayoría de casos, es autolimitada y se resuelve en pocos días.

Dolor que se irradia a lo largo del trayecto del nervio ciático, que se extiende desde la parte baja de la espalda, a través de la cadera y glúteo, y baja por la parte posterior de la pierna. Este dolor ocurre cuando el nervio ciático es comprimido o irritado, generalmente por una hernia de disco, estenosis espinal, o espasmo muscular. Se caracteriza por dolor punzante, sensación de quemazón, hormigueo o debilidad que típicamente afecta solo un lado del cuerpo.

Puede clasificarse como aguda (menos de 3 semanas), subaguda (3-8 semanas) o crónica (más de 8 semanas). Las causas comunes incluyen infecciones respiratorias (resfriados, gripe, COVID-19), alergias, asma, reflujo ácido, tabaquismo, y exposición a irritantes ambientales.La tos puede ser seca (improductiva) o con flema (productiva), y puede acompañarse de otros síntomas como dolor de garganta, congestión, dificultad para respirar o fiebre, dependiendo de la causa subyacente.

Ruptura en un hueso que ocurre cuando la fuerza aplicada es mayor que la que el hueso puede soportar. Puede variar desde una pequeña fisura hasta una ruptura completa o fragmentación del hueso. Los tipos comunes incluyen fracturas simples (el hueso se rompe pero no perfora la piel), compuestas (el hueso rompe la piel), por estrés (pequeñas grietas por uso repetitivo) y por compresión (colapso del hueso, común en vértebras).

Condición crónica en la que la presión que ejerce la sangre contra las paredes de las arterias es constantemente elevada. Se considera hipertensión cuando las lecturas son regularmente de 130/80 o superiores. La hipertensión generalmente no causa síntomas perceptibles pero va dañando gradualmente vasos sanguíneos, corazón, cerebro y riñones. Los factores de riesgo incluyen predisposición genética, edad avanzada, sobrepeso, dieta alta en sodio, sedentarismo, estrés crónico y consumo excesivo de alcohol.